Fue sometida a una revisión que terminó en 1892, lo cual fue una práctica común en la producción sinfónica del maestro austríaco.
[9] La Biblioteca Nacional Austriaca alberga un manuscrito de una versión intermedia del movimiento lento, datada en 1888.
Una vez que se completó la nueva versión, el compositor escribió al emperador Francisco José I para pedirle permiso para dedicarle la sinfonía.
Una vez completada la versión de 1890, Levi ya no dirigía los conciertos en Múnich.
El estreno se programó dos veces bajo la batuta del joven director durante 1891, pero en cada ocasión Weingartner la sustituyó por otra obra en el último minuto.
Los colaboradores de Bruckner, Josef Schalk y Max von Oberleithner, ayudaron con el proceso: Schalk preparó el texto musical para enviarlo a la imprenta, mientras que Oberleithner corrigió las pruebas y también brindó apoyo financiero.
[5] La partitura está escrita para una orquesta formada por:[15] La sinfonía consta de cuatro movimientos:[15] El primer movimiento, Allegro moderato, está escrito en la tonalidad de do menor, en compás alla breve y responde a la forma sonata.
La exposición consta de tres temas, lo cual es un recurso arquitectónico habitual en Bruckner desde la Sinfonía en fa menor.
Este movimiento, que suele ser el tercero, ocupa aquí el segundo lugar como en la Sinfonía n.º 9.
El Scherzo avanza con fuerza en su ritmo constante, pero tampoco se descuidan los episodios tiernos y hasta oníricos.
"Cuando el hijo de este granjero reflexiona sueña con el paisaje", entonces la ilustración musical se puede descubrir en el amplio trío.
Feierlich langsam, doch nicht schleppend (Solemnemente lento, pero no desganado), está en re bemol mayor y en compás de 4/4.
Aquí Bruckner tiene éxito en utilizar un motivo que, extremadamente breve en su extensión, los mayores poderes se despliegan en el transcurso del movimiento hasta el final, siempre recurrente, ya sea oculto o audible.
En el Adagio de la 8ª Sinfonía, igual en la primera y segunda versiones, Bruckner utilizó arpas que, por ejemplo, dan al episodio continuado del primer tema con sus altibajos corales un timbre inconfundible.
El segundo tema del Adagio contiene el sexto como un intervalo descendente, que recorre toda la sinfonía, oculto o destacado, para luego emerger nuevamente al comienzo del segundo tema en el finale.
Feierlich, nicht schnell (Solemne, no rápido), retoma la tonalidad inicial, el compás alla breve y la forma sonata.
Si realmente tuvo en mente a los tres emperadores al componer es más que cuestionable hoy y es uno de los muchos secretos, misterios y ambigüedades que rodean a Bruckner como persona.
En su reseña describió la sinfonía como "interesante en los detalles, pero extraña en su conjunto, de hecho repelente.