Sinfonía n.º 2 (Bruckner)

Fue sometida a un extenso proceso de revisión que terminó en 1892, lo cual fue una práctica común en la producción sinfónica del maestro austríaco.Inicialmente fue dedicada a Franz Liszt pero acabó siendo la única sinfonía de Bruckner sin dedicatoria.La partitura había sido dedicada inicialmente a Franz Liszt, el cual no aceptó la dedicatoria.Los cambios afectaban principalmente a la instrumentación, la dinámica y las indicaciones de articulación.[5]​ Bruckner había intentado que la sinfonía fuera estrenada por esta misma orquesta bajo la batuta de Otto Dessoff.La primera edición de la pieza fue llevada a cabo en 1892 por el editor Ludwig Doblinger en Viena.[7]​ La partitura está escrita para una orquesta formada por:[13]​ La sinfonía consta de cuatro movimientos que presentan dos versiones.Aunque el maestro ya había aplicado la forma sonata a este género, en 1872 amplió su presentación y desarrollo, estableciendo así el marco que usaría sistemáticamente en su producción sinfónica posterior.Esta indicación en alemán desapareció en posteriores revisiones, quedando solo el Moderato.Está escrito en la tonalidad de do menor, en compás alla breve y responde a la forma sonata.Los otros temas regresan según su exposición inicial, antes de un nuevo silencio que rompe la coda, en el tempo primo.El segundo movimiento lleva la indicación Adagio – Feierlich, etwas bewegt, que significa "solemne, un poco animado".En la versión original solo aparecía la expresión en alemán y luego se añadió el término Adagio.La atmósfera meditativa del tema principal en los primeros violines es retomada por las demás cuerdas.Este tema se combina hábilmente con el primero mediante un solo de fagot.El cuarto y último movimiento lleva la indicación Mehr schnell, que significa "más rápido".Este mismo tema reaparece en el transcurso del desarrollo y en la coda.Sólo puede reprocharse cierto desorden del arsenal temático, demasiado rico y fragmentado, que hace pensar que el compositor, pese al rigor de sus intenciones, no ha dominado completamente su traducción musical.
Bruckner en 1868.
Robert Haas por Georg Fayer 1927.
Eugen Jochum.