I:60, también conocida como El distraído, en italiano Il distratto o en alemán Der Zerstreute, fue compuesta por Joseph Haydn en algún momento entre 1774 y 1775.
Se debe a que para esta obra Haydn compuso música incidental para la obertura, cuatro entreactos y el Finale de la comedia en cinco actos titulada Le distrait de Jean-François Regnard.
Tanto la obra como la música de Haydn fueron muy bien recibidas; el periódico Pressburger Zeitung informó: "Los entendidos están asombrados por un lado, mientras que el resto del público está sencillamente encantado.
En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[6] Hartmut Haenchen a favor;[7] Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
El compositor llevó a cabo aquí su mayor uso de canciones populares en una sinfonía; tales melodías se encuentran en los movimientos II, III, IV y VI.
[5] En la sección del desarrollo, el arpegio descendente que abre la Sinfonía n.º 45 de los Adioses aparece varias veces en distintas alturas.
[10] El primer movimiento destaca por las varias veces que la música se apaga gradualmente, seguidas de un retorno fuerte y abrupto.
La melodía es acompañada por suaves arpegios de las cuerdas y, tras una breve fanfarria, vuelve a sonar.
El inicio en un salvaje Prestissimo se detiene de golpe cuando los violines detectan que sus cuerdas en sol están mal afinadas en fa.
Una vez que los violines reafinan sus cuerdas estrepitosamente, la música se reanuda y avanza con brillantez hasta el desenlace.