La primera edición fue llevada a cabo por la editorial Imbault & Sieber en 1784 en París.
En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[6] Hartmut Haenchen a favor;[7] Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
El segundo movimiento, Andante, está en re mayor y en compás de 3/8.
[4] Los eruditos han teorizado que este excéntrico movimiento pudo haber sido concebido como música incidental para una obra teatral, quizás para el Hamlet de Shakespeare como sugiere Elaine Sisman.
El trío en modo menor también presenta complejidad métrica en forma de hemiolas.