Acumuló una biblioteca de 10 000 volúmenes y fundó con Marés un museo en el Ampurdán.
Se casó con la actriz teatral Rosario Rodríguez Acosta, que interpretó varios de sus estrenos teatrales;[3] pero ella enloqueció, fue internada en un sanatorio mental y se divorció; cuando falleció esta en 1950, se casó a los sesenta y siete años de edad con la bailarina Àurea de Sarrá, que tenía sesenta y uno, pero con la que ya convivía por lo menos desde hacía veinte años, cuando tuvieron un hijo en común.
Durante la guerra civil se refugió con su mujer en la Embajada de Rumanía; el régimen franquista anuló su divorcio.
Vinculado a Avilés, donde solía pasar la temporada estival desde 1921, fue mecenas de algunos artistas locales, como el escultor Antonio Rodríguez García, y su Ayuntamiento lo nombró hijo adoptivo en 1926.
Sus novelas, una veintena, son inferiores a sus cuentos y dentro de la estética del naturalismo.
[5] También escribió un libro misceláneo con algo de contenido autobiográfico, Miradas sobre la vida, 1925.
[9][10] Le sobrevivió su segunda mujer, que fue vendiendo y dispersando su colección de arte.