Uno de los párrafos sobresalientes afirmaba que «ser porteño es ser ciudadano exclusivista, y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos.
[3] En los primeros días de 1867, Severo Chumbita intervino en la revolución que se efectuó en esa provincia.
En esta acción, los federales de Ambrosio Chumbita vencieron a las tropas que lideraban el coronel Melitón Córdoba y el comandante Luis Quiroga.
Melitón Córdoba resultó abatido en la batalla, mientras que Luis Quiroga fue capturado y ejecutado (mediante degüello) unos días más tarde.
[3] Siguió combatiendo, apoyando a Estanislao Medina ―lugarteniente de Felipe Varela― y al propio Varela en su campaña del que luego fue su número dos.
Tenía 56 años, aunque los rigores de la prisión lo habían enfermado y avejentado.
Sus familiares recordaban que Severo respondió: «Si él quiere verme, a la misma distancia estamos».
Allí proliferaron sus descendientes y se mantiene su leyenda entre los paisanos.
[3] Su nieto fue el destacado senador nacional y gobernador riojano Héctor María de la Fuente, que fue abogado, diputado provincial y camarista (o sea juez de jueces en La Plata).
Falleció en Córdoba apenas terminó su mandato, luego de una exitosa intervención quirúrgica de vesícula a manos del cirujano Mirizzi, que días después se complicó.