Semmelweis publicó su obra seminal De la etiología, el concepto y la profilaxis de la fiebre puerperal («Die Aetiologie, der Begriff, und die Prophylexis des Kindbettfiebers») en 1861, describiendo su investigación y proponiendo medidas para controlar la fiebre puerperal.A ello se añadió el que Semmelweis no fue capaz de proporcionar una explicación satisfactoria para sus propuestas.Más tarde (1846), tras intentar infructuosamente obtener un puesto como internista decidió especializarse en obstetricia y aceptó un puesto como médico ayudante en la Primera Clínica Obstétrica (Clínica I) del Hospital Maternal de Viena, dirigida por el profesor Johann Klein.[4] En 1773 Charles White (1728-1813), de Mánchester escribió la obra «Treatise on the Management of Pregnant and Lying-in Women», en el que recomendó para combatir la fiebre puerperal limpieza extremada y buena ventilación.Estos hospitales se crearon como instituciones gratuitas y adicionalmente ofrecían cuidados para los recién nacidos que los hacían atractivos para las mujeres más pobres incluyendo prostitutas.Semmelweis hace referencia a mujeres desesperadas implorando de rodillas no ser admitidas en la Clínica Primera.Su muerte ocurrió cuando Semmelweis se encontraba fuera de Viena en viaje turístico a Venecia.[5][8] Semmelweis fue el primer médico que describió la infección neonatal de transmisión vertical.[5] Sus contemporáneos, incluyendo su esposa, pensaron que estaba perdiendo la cabeza y en 1865, casi veinte años después de su descubrimiento, fue internado en una institución para enfermos mentales, donde murió por una septicemia, posiblemente resultado de una paliza propinada por los guardias.Su descubrimiento también colisionaba con la teoría convencional de que las enfermedades se propagaban por el «aire malsano», también conocido como miasmas o más vagamente como «desfavorables influencias atmosférico-cósmico-terrestres», por ello la idea fundamental de Semmelweis era contraria a todo el conocimiento médico establecido.La explicación solo fue posible años más tarde, cuando la teoría de los gérmenes fue desarrollada por Louis Pasteur.Semmelweis escribió cartas a los directores de varias maternidades importantes describiendo sus observaciones.Unos meses más tarde otro antiguo estudiante de Semmelweis publicó un artículo similar en una revista francesa.Sin embargo, las primeras reacciones a su trabajo ya mostraban signos de problemas.Verdaderamente la reacción inicial a los hallazgos de Semmelweis fue opinar que no constituían nada nuevo.En efecto, Semmelweis avisaba contra toda la materia en putrefacción, no frente a un contagio específico capaz de originar la fiebre puerperal.Estas y otras interpretaciones confusas continuaron obscureciendo su trabajo el resto de la centuria.Algunos de sus compañeros fueron castigados por su participación activa en el movimiento independentista y es probable que Semmelweis, como nacido en Hungría, simpatizase con la causa.El nombramiento no le permitía acceso a cadáveres y limitaba su enseñanza, usando solamente maniquíes de cuero.Unos días más tarde de ser notificado su nombramiento Semmelweis abandonó repentinamente Viena y volvió a Pest.Aparentemente se marchó sin despedirse de sus amigos y compañeros, lo que probablemente les ofendió.En esta época la fiebre puerperal era muy abundante en esta clínica, y en una visita en 1850 (recién llegado de nuevo a Pest) Semmelweis encontró un cadáver reciente, otra paciente agonizando y cuatro más gravemente enfermas de fiebre puerperal.En 1858 Semmelweis publicó finalmente su propio trabajo en un ensayo titulado «La etiología de la fiebre puerperal».Dos años más tarde publicó un segundo artículo, «La diferencia de opinión entre yo mismo y los médicos ingleses con respecto a la fiebre puerperal».Otras causas incluían concepción y embarazo, uremia, presión ejercida por los órganos adyacentes, contracción uterina, trauma emocional, errores en la alimentación, escalofríos, e influencias atmosféricas.Se ha indicado que la teoría de Semmelweis podría haber tenido una aceptación mucho mayor si Semmelweis hubiese sido capaz de comunicar su descubrimiento más efectivamente y hubiese evitado la confrontación con el establishment médico.[5] Semmelweis recurrió a Siebold para organizar una conferencia sobre la fiebre puerperal donde él estaría presente hasta que todos quedaran convencidos de su teoría.Es una historia irreal, por supuesto, pero durante mucho tiempo fue la tesis más aceptada sobre la muerte de Semmelweis.Se ha indicado con ironía que los críticos de Semmelweis se consideraban a sí mismos positivistas, pero incluso el positivismo tiene problemas al enfrentarse a teorías que parecen mágicas o supersticiosas, tales como la idea de que las partículas cadavéricas podían convertir a una persona en un cadáver por un simple contacto, sin conocer el mecanismo causal.Streptococcus pyogenes o estreptococo grupo A), bacilos gram negativos facultativos (p. ej.
Ignaz Semmelweis en su niñez, 1830
Tumba de Semmelweis en el museo Semmelweis en Budapest
Profesores de la facultad de medicina de Pest, 1863. Semmelweis está detrás con los brazos cruzados.
Fiebre puerperal, tasas de mortalidad (%) en la Primera y Segunda Clínica (1841-1846) del Hospital General de Viena. La Clínica Primera sufría una tasa de mortalidad superior.
Hospital St. Rochus, Budapest
Mortalidad mensual por fiebre puerperal en la Clínica Primera en el Hospital Maternal de Viena. La mortalidad descendió marcadamente cuando Semmelweis instauró el lavado de manos con hipoclorito en 1847.
Streptococcus pyogenes
(esferas teñidas de rojo) era responsable de la mayoría de los casos de fiebre puerperal. Esta bacteria se encuentra en la garganta y nasofaringe de muchas personas sanas (portadores sanos).
Retrato de boda de Ignaz Semmelweis y Maria Weidenhoffer (1857)
Casa natal de Semmelweis, hoy sede del Museo Semmelweis
La publicación fundamental de Semmelweis,
Die Ätiologie, der Begriff und die Prophylaxis des Kindbettfiebers
, 1861 (cubierta)
Último retrato de Ignaz Semmelweis, 1863
Carta abierta de Semmelweis a todos los profesores de obstetricia, 1862
Cultivos microbianos (en agar sangre) demostrando la eficacia de la desinfección. Sin desinfección (A), después del lavado de manos con jabón (B) y después de desinfectarse con alcohol (C).
Estatua de Semmelweis en frente del Hospital
Szent Rókus
de
Budapest
, obra de Alajos Stróbl