La Segunda Edad es reconocida como el período histórico de la Tierra Media más difuso, ya que no existen muchos escritos que se dediquen directamente a eventos ocurridos en ella, y más bien se mencionan los eventos en retrospectiva.
Sin embargo Sauron, que no claudicó ante los Valar al ser vencido, termina dejando a un lado el miedo y recobra su poder.
Los Númenóreanos se convierten lógicamente en marineros, pero tienen prohibido navegar hacia el oeste, de forma tal que no pueden llegar a Aman, aunque mantienen relaciones pacíficas con los elfos Noldor de Tol Eressëa, que los visitan regularmente.
Ocurre la tragedia entre Aldarion y su esposa Erendis, que origina la nueva ley de sucesión que permite a las mujeres convertirse en reinas de Númenor si son primogénitas y no tienen hermanos varones.
En esta época, Elrond funda Rivendel como último refugio contra las huestes de Sauron.
Los Númenóreanos quedan divididos en dos bandos: por una parte los Hombres del Rey, que desea poder y una vida cada vez más larga.
El conflicto entre ambas partes crece de tal forma que los Fieles terminan siendo perseguidos por los Hombres del Rey.
Cuando Ar-Pharazôn ve su muerte cerca, accede a los planes de Sauron y se embarca con numerosa flota hacia Aman.
Igualmente hunde por completo la isla de Númenor y le da una nueva forma a la Tierra, haciéndola redonda (como después pudieron constatar los marineros Númenóreanos sobrevivientes), de forma que el acceso a Aman ya no fuera libre para nadie, y solo los elfos tienen el derecho a encontrar el llamado Camino Recto hacia Valinor y Tol Eressëa.
Isildur planta el retoño del árbol blanco en Minas Ithil, la fortaleza oriental de Gondor.
Sauron toma Minas Ithil y ataca Gondor, quedando encargado de su defensa Anárion.
Para combatir a Sauron, Elendil y los Dunedain forjan una última alianza con los Elfos de Gil-Galad.
Isildur convoca a muchos Númenóreanos que se encuentran dispersos en Gondor y en territorios de la antigua Númenor.
Sauron es derrotado en combate frente a Gil-Galad y Elendil, aunque ambos mueren también durante batalla.
Con esta victoria, también los anillos quedan libres del poder de Sauron y los elfos los pueden usar libremente, lo mismo que los enanos.
Los hombres, sin embargo, hacía tiempo ya que estaban perdidos, y continuaron fieles a su señor.