Amandil

De todos los cortesanos, Amandil fue el único que no prestó oídos a Sauron ni lo aduló en los días en que se volvió poderoso e influyente.Cuando Ar-Pharazôn finalmente decidió navegar hacia Valinor en pie de guerra, Amandil previó que tal decisión no podía significar otra cosa que el fin del mundo tal como los númenóreanos lo habían conocido hasta entonces.Así se lo hizo saber a Elendil, y le recomendó embarcarse con su familia en secreto en la costa este de Númenor y huir del inminente cataclismo.Él por su parte intentaría navegar al Reino Bendecido para realizar una hazaña similar a la efectuada miles de años antes por su antepasado Eärendil: pedir clemencia a los Valar por la humanidad.Han dicho algunos que los Hombres no podían ser salvados una segunda vez por una embajada semejante.