Aman fue sacada del mundo, y solo la podrían alcanzar los elfos, siguiendo el camino recto que les fue concedido.
Tolkien derivó la palabra quenya Arda a partir del élfico prehistórico *gardā.
El quenya regularmente pierde la G inicial y acorta las vocales largas finales.
Este parece ser un uso posterior que se le dio a la palabra en la vida real y la línea de tiempo imaginaria por igual.
En términos del mundo real, la inspiración de Tolkien para la palabra Arda pueden ser afines a la palabra «Tierra» en las lenguas germánicas u otras, específicamente el afrikáans Aarde, la cual tiene una pronunciación y significado similar, y esto no es sorprendente, teniendo en cuenta el origen sudafricano de Tolkien.
Puede ser que Tolkien concibió la palabra élfica Arda como la fuente prehistórica ficticia de palabras que se refieren a la Tierra o el mundo en los idiomas posteriores de los hombres.
Después de la destrucción del Anillo Único a los elfos no le quedaba otra elección y por lo tanto, en la Cuarta Edad los últimos eldar marcharon hacia Valinor.