De la etapa neolítica no se ha podido encontrar nada en el concejo, pero se intuye que también haya sido habitada esta tierra, ya que varios concejos vecinos contienen muestras megalíticas importantes.En la etapa de la monarquía Asturiana ya se empieza a tener un referente histórico importante.A finales del siglo XVIII, el concejo sufre un incendio devastador que destruye gran parte de Villanueva y la vecina Proaza.En 1859 las localidades de Proacina y Caranga que pertenecían al concejo, se unen a Proaza.Ya en el siglo XX San Adrianu´l Monte, muy unido al monasterio pasa a depender del concejo de Grado.El río Trubia según la descripción geológica hecha por Schulz, atraviesa una faja devoniana dura entre Tuñón y San Andrés, cuya garganta con su escobio es ruptura de terreno preexistente al río.Por esto aparecen contrastes reseñables entre unos puntos y otros, siendo mucho más benigno en la vega de Villanueva, donde se dan unas temperaturas muy templadas y poca presencia de nieblas, muy extendidas por toda la región.En cuanto a la fauna, se pueden ver en las montañas, aunque cada vez en menor cantidad especies tales como lobos, zorros, melandros y ardillas.Aunque también otros concejos como Gijón, Proaza y Teverga reciben este saldo migratorio.La población se concentra en su mayoría, en las vegas, mucho más fértiles y mejor comunicadas que los asentamientos de montaña.Sin embargo, en 2015 la población del concejo incrementó ligeramente, por lo que se volvió al sistema anterior.La nave central está más elevada mostrándose a cada lado de ella tres vanos rectangulares que se corresponden con cada arco.Del arte no religioso se hallan dispersas por varias aldeas numerosas casonas nobles con escudo señorial.Por último hay que hacer una reseña a la cueva del Fornu o del Conde, donde se hallaron restos antiguos correspondientes a la etapa paleolítica y que ha sido declarado bien de interés cultural.Todas estas tradiciones perduran con el paso de los tiempos en su mayoría, haciendo que los festejos sean amenos y divertidos.