Tuñón

Fue mandado construir por el rey asturiano Alfonso III y su esposa la reina Jimena en el año 891.

Es un edificio de planta basilical dividida en tres naves que se comunican por arcos de medio punto, con un gran pórtico y una sola estancia lateral.

En el costado opuesto a ella se encuentra el cementerio.

Los materiales usados en su construcción son la mampostería, el sillarejo y el sillar.

Son notables las cuevas que hay en la parroquia, habitadas en la prehistoria.