Atraviesa su término el río Ancares, encontrándose el pueblo en su margen izquierda.
Su origen está en un monasterio mixto dedicado a San Pedro y San Pablo, llamado de Oria, fundado a finales del siglo X por el conde del Bierzo Pedro Froilaz y Teresa Muñoz, su tercera esposa,[1] y localizado probablemente en el término denominado hoy en día Iglesia Vella, muy próximo al núcleo urbano.
La propiedad del monasterio pasó en 1048 a la Catedral de Astorga.
En los sucesivos censos y padrones la práctica totalidad de sus habitantes son considerados hidalgos.
Según el INE, se observa una tendencia clara al despoblamiento del pueblo: Se habla una mezcla de astur-leonés, castellano (a veces con modismos del pasado) y gallego oriental.