[5] La familia abandonó Varsovia después de la muerte del padre y comenzaron una nueva vida en Hamburgo.
Según la leyenda, en una acalorada discusión sobre historias, Goldwyn regañó a alguien, en la mayoría de los casos la Sra.
Parker, quien le recordó su pasado como fabricante de guantes, con la respuesta: "No me señale con el dedo.
Goldwyn y Ford trabajaron de manera exitosa seis años después con The Hurricane (1937).
William Wyler también fue responsable de los otros éxitos de Goldwyn y con nominaciones del Óscar a la mejor película por Desengaño (Dodsworth) (1936), Callejón sin salida (Dead End) (1937), Cumbres borrascosas (1939), La loba (The Little Foxes) (1941) y Los mejores años de nuestra vida (1946), esta última llevándose la estatuilla.
Varios de los actores protagonistas en esas películas fueron nominados a los Óscar también.
En la década de los 50, Samuel Goldwyn se inclinó a producir numerosos films musicales como El fabuloso Andersen (Hans Christian Andersen) (1952) con Danny Kaye, y otras como Ellos y ellas (Guys and Dolls) (1955) protagonizado por Marlon Brando, Jean Simmons, Frank Sinatra y Vivian Blaine, basado en una exitoso musical de Broadway.
En su última película, Samuel Goldwyn junto a los actores afroamericanos Sidney Poitier, Dorothy Dandridge, Sammy Davis Jr.
y Pearl Bailey en la ópera de George Gershwin, Porgy and Bess (1959).
Exhibida por Columbia Pictures, fue nominada a tres Óscars, pero solo ganó uno por la mejor banda sonora original para André Previn y Ken Darby.
[15] A pesar de sus matrimonios, Samuel Goldwyn era conocido como un mujeriego en los círculos sociales.
Jean Howard, una llamada chica Goldwyn dijo: "Sam Goldwyn no era un tipo que hiciera insinuaciones en público; tenía demasiado gusto para eso", pero sus coqueteos fueron muchos, incluso hasta el punto de que su esposa Frances Howard hacía la vista gorda.