Ramiro Fernández Valbuena

En 1885 obtuvo en el seminario central de Valencia el Doctorado en Teología y la licenciatura en Derecho Canónico en una sola convocatoria.

[3]​ Transcurridos unos años, pasó a la Iglesia Primada de Toledo como canónigo Penitenciario, primero, y posteriormente Lectoral.

[5]​ En 1915 fue presidente de la Junta creada para organizar el Año Santo Compostelano, cargo desde el que acuñó un sello especial y consiguió que se repartieran bonos para la comida en la Cocina Económica, descuentos en los trenes y otras facilidades para los peregrinos.

Sobre la historia del Oriente Antiguo publicó nueve libros: cuatro relativos a Egipto y Mesopotamia; otro titulado La arqueología grecolatina ilustrando el evangelio; otro sobre La Sagrada Escritura como fuente histórica; dos obras menores: ¿Cubrió el diluvio toda la tierra?

[15]​ Brillante y fervoroso apologista de la fe católica, militó doctrinalmente en las líneas del tomismo, desde cuyos supuestos criticó largamente al krausismo.

[16]​ Todavía en Badajoz protagonizó desde las páginas de El Avisador de Badajoz (órgano oficioso del obispado) una campaña contra Máximo Fuertes Acevedo, que había publicado un libro (El darwinismo, sus adversarios y sus defensores) sobre el darwinismo en 1883.

R. Fernández Valbuena, bajo el seudónimo de Clara de Sintemores, lanzó una cruzada contra Darwin y Fuertes Acevedo no exenta de acritud e ironía, como se aprecia en estos versos: “El amebo o amiba / Que del agua nació con alma viva, / Cuando le dio la gana / En pez se transformó sino fue en rana.

[19]​ En una serie de cartas publicadas en el periódico carlista El Correo Español (a cuya causa se adscribía Fernández Valbuena)[20]​ mantuvo una polémica con el dominico Juan González Arintero acerca de la extensión del Diluvio universal, pues el padre Arintero consideraba, en contra de su parecer, que el diluvio no había cubierto toda la Tierra.