El punto en la geometría es uno de los entes fundamentales de la geometría, junto con la recta y el plano, pues son considerados conceptos primarios, es decir, que solo es posible describirlos en relación con otros elementos similares o parecidos[1].
El punto es la entidad geométrica más básica y carece de largo, espesor o grosor.
[2] Se suelen describir apoyándose en los postulados característicos, que determinan las relaciones entre los entes geométricos fundamentales.
El punto es la unidad más simple, irreductiblemente mínima, de la comunicación visual;[3] es una figura geométrica sin dimensión, tampoco tiene longitud, área, volumen, ni otro ángulo dimensional.
El punto, en la geometría clásica, se basa en la idea de que era un concepto intuitivo, el ente geométrico «sin dimensiones» y solo era necesario asumir la noción de punto.
Cuando se representa con un pequeño círculo, circunferencia u otra figura geométrica, presupone que el punto es su centro.
En todas las definiciones comunes, un punto es de dimensión cero.
se define como el valor mínimo de n, tal que todo recubrimiento abierto finito
en el que ningún punto esté incluido en más de n+1 elementos.
[6] Un punto es cero dimensional con respecto a la dimensión que lo recubre porque cada recubrimiento abierto del espacio posee un refinamiento consistente en un conjunto abierto.
[7] Estos postulados se pueden generalizar para espacios de n dimensiones.
A menudo, en física y matemáticas, es útil imaginar que un elemento puntual tiene una masa o carga distinta de cero (esto es especialmente común en el electromagnetismo, donde los electrones se idealizan como puntos con carga distinta de cero).
[8][9][10] La función delta a veces se considera como un pico infinitamente alto e infinitamente delgado en la fuente, con un área total de uno debajo del pico, y representa físicamente una masa puntual idealizada o una carga puntual.
[11] Fue publicado por primera vez por el físico teórico Paul Dirac.