Se hallan sumergidos bajo las aguas del embalse de Alcántara, haciéndose visibles en tiempo seco.
La localidad más cercana es Santiago del Campo, a 6 km de distancia.
Conserva los agujeros de haber tenido una antigua reja para proteger la imagen, y a cada lado se halla delimitada por una pilastra con forma de columnilla abalaustrada, adornada a la mitad con guirnaldas.
[4][9] Durante varias décadas, los puentes fueron conocidos solamente por algunos historiadores, ciclistas, senderistas y vecinos de los Cuatro Lugares.
Sin embargo, se hicieron famosos en la sequía de 2012, cuando la prensa los dio a conocer.
En marzo de ese año, la arqueóloga Trinidad Nogales, consejera de Educación y Cultura, comunicó que la Junta estaba valorando las diversas posibles opciones para preservar el patrimonio histórico, incluyendo un posible traslado a un lugar no sumergido como se había hecho con el cercano puente de Alconétar; sin embargo, se señaló que no se tomaría ninguna decisión hasta consultar a diferentes expertos.
[3] Debido a ello, tanto el puente como la hornacina permanecen actualmente en su ubicación original, quedando la mayor parte del tiempo sumergidos y apareciendo en tiempo seco.