Por ello, propuso al emperador que se divorciase de Claudia Octavia, la exiliara y ordenara su ejecución.
[6] El emperador, arrepentido, ofreció un cortejo fúnebre y decretó varios días festivos en su honor.
Su obsesión fue tal que llegó a sentirse atraído por el esclavo Esporo, cuyo físico era muy parecido al de la difunta Popea.
Los historiadores modernos, no obstante, afirman que Suetonio, Tácito y Dión Casio tenían grandes prejuicios contra la figura de Nerón y, ante la imposibilidad de conocer sucesos privados, reconocen que Popea pudo haber muerto simplemente debido a complicaciones durante el embarazo o el parto.
La villa de Popea está actualmente abierta al público y es visitable en Torre Annunziata.