[1] El tema central es la narración bíblica sobre la redención del hombre por el sacrificio de Jesús, ofreciendo una lectura de la Teología cristiana desde la Anunciación (en su exterior) hasta la Adoración del Cordero (en su interior).
Las alas laterales se vendieron el año siguiente, y tras varias ventas intermedias acabaron en la Gemäldegalerie de Berlín.
Se trata de Los Jueces Justos (extremo inferior izquierdo del políptico) que fue robado en el año 1934.
La primera fase concluyó en 2017 y permitió restaurar los paneles traseros de las dos puertas.
[8] El retablo se mostraba cerrado durante la mayor parte del año, abriéndose solamente los días de fiesta.
[9] En la parte superior hay cuatro figuras que predijeron la llegada de Cristo.
La sibila Eritrea —situada a la izquierda en la vista cerrada del retablo— está en actitud orante.
[10] Esta sibila es evocada en la cuarta égloga de Virgilio, interpretada por algunos autores cristianos como una profecía mesiánica.
Las dos profetisas están encima de la habitación que hay entre el ángel y la Virgen.
El nivel inferior enseña, en los paneles laterales, a los donantes arrodillados, y simula dos esculturas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista en el centro.
A través de un examen con rayos X se descubrió que en principio no estaba previsto el techo de madera, sino unos nichos pintados como las figuras inferiores, con ejecución en monocromo, lo que explicaría su «insólita blancura».
[13][14] Igualmente algunos investigadores han encontrado en esta escena indicios del contacto directo con varios retablos de Florencia.
[7] Joos Vijdt o Vyd era un próspero comerciante y funcionario del tribunal de la ciudad; aparece retratado a la izquierda.
Es una de las partes más innovadoras de la obra, puesto que hasta entonces los retablos eran ante todo esculturas en el interior que era la zona más importante, con la pintura desarrollando un papel menor en el exterior.
Esta iconografía, propia del arte bizantino, muestra un Cristo en majestad o pantocrátor con la Virgen y Juan el Bautista a derecha e izquierda.
En el pavimento —con baldosas de mayólica importadas entonces desde Valencia—, se muestra repetida la figura del Cordero y otras alusiones a la divinidad.
Probablemente el artista se situó frente a modelos desnudos que reprodujo con honestidad.
[20] Han sido pintados con su púdica hoja, y Eva sostiene la fruta por la que fueron expulsados del Jardín del Edén, que en este caso no es una manzana, sino una fruta cítrica.
Con este motivo se separaron estas tablas y fueron depositadas en los archivos de la catedral.
[3] En el siglo XIX, las representaciones desnudas de Adán y Eva volvieron a sufrir la censura, y los paneles fueron sustituidos por reproducciones vestidas realizadas por el pintor belga Victor Lagye, que aún se conservan en la catedral de Gante.
El panel inferior central muestra la escena principal, la Adoración del Cordero Místico, representando al Hijo de Dios y su Eucaristía.
[11] En el cielo surge la paloma, símbolo del Espíritu Santo, que ilumina la escena.
Esta campiña presidida por el trono del Cordero es un espacio que alberga un despliegue de numerosas figuras y detalles prodigiosamente concretos.
Los paisajes, en particular, muestran una enorme riqueza de vegetación, en ocasiones con especies no europeas.