[4][5] Los soldados británicos que se encontraban defendiendo el islote, tras rendirse en la que se conoció como batalla de la roca del Diamante, fueron embarcados en el Pluton y Berwick y llevados a Fort-de-France.
La flota realizó diversas escaramuzas en la región capturando pequeños buques británicos.
Pronto llegaron noticias de que Nelson había recalado en Barbados en su busca y captura, por lo que se decidió regresar a Europa, haciéndose a la mar el 11 de junio.
[8] El día 23, el capitán Julien Marie Cosmao-Kerjulien, quien era el oficial de más alto rango en aquella situación, reunió a los oficiales más antiguos que habían regresado con él y planeó una contraofensiva para intentar recuperar algunos de los barcos que la flota británica había tomado como botín de guerra y planeaba llevar hasta la colonia de Gibraltar.
Sin embargo, a su regreso hacia Cádiz, se desató una tormenta que impidió el buen final de la misión.
Mientras que el Santa Ana consiguió llegar a duras penas a puerto, desarbolado, el Neptuno fue arrastrado contra la costa, hundiéndose en las cercanías del Castillo de Santa Catalina.
[8] El Pluton permaneció anclado en Cádiz junto al resto de la flota francesa bajo el mando superior del almirante François Étienne de Rosily-Mesros.
[2] Sirvió en la Armada hasta 1814 o 1816, año en que es desguazado en los astilleros de Ferrol.