Cañón de 36 libras

Por otra parte, la Royal Navy hacía lo propio en sus navíos, montando con éxito sus cañones de 32 libras.

Las cargas eran sacos hechos en tela o pergamino rellenos con doce libras (5,87 kg) de pólvora y por reglamentación y teóricamente, cada pieza debía tener en todo momento 18 de estos cartuchos prestos para su uso.

Luego, el primer artillero de la izquierda introducía la bola y un taco de tela o estopa que impedía que la bola se saliera a causa del balanceo del barco u otra razón.

Una vez cargado, toda la dotación tiraba de los aparejos para arrimar el cañón al portalón.

Entonces, el jefe artillero con un punzón y a través del oído del cañón (un fino agujero que llega a la recámara) pinchaba el cartucho de pólvora y rellenaba el hueco con la pólvora que llevaba en un cuerno.

También se cargaban con metralla, para barrer las cubiertas, o con palancas y cadenas que destrozaban los aparejos.

Sistema de llave de chispa en un cañón de a 36 libras.
1.Bola de cañón y taco de estopa
2.Cartucho de pólvora
3.Oído.