Llave de chispa

La llave de chispa fue desarrollada en Francia a inicios del siglo xvii.

Tras apretar el gatillo, el martillo accionado por un muelle va hacia adelante, haciendo que el pedernal golpee una pieza de acero llamada rastrillo.

Al golpear el pedernal contra el rastrillo se producen una serie chispas, que caen en la cazoleta y encienden la pólvora.

El comandante Ramón Salas en su libro Prontuario de Artillería, publicado en 1883, recoge sus características morfológicas según el arma en la que se vayan a emplear.

Se cierra la cazoleta con el rastrillo y el martillo es empujado completamente hacia atrás, preparando el arma para el siguiente disparo.

Su empleo se extendió lentamente, ya que no podían adaptarse a viejos cañones.

[6]​ El anterior sistema para disparar un cañón consistía en acercar un portamechas — un palo de madera que sostiene una larga mecha lenta encendida en un extremo — al oído del cañón, que estaba lleno de pólvora fina suelta.

Algunas primigenias minas antipersona o fougasses, eran detonadas mediante llaves de chispa.

Llave de chispa de un fusil de cacería del siglo xviii , sin su pedernal.