La principal función del chico de la pólvora consistía en correr constantemente entre la santabárbara y el cañón o cañones asignados portando la pólvora que fuera necesaria tanto a granel (en sacos o barriles) como en cartuchos.
Los chicos enrolados para este fin tenían edades comprendidas entre los 12 y 14 años y debían ser ágiles para moverse entre obstáculos y pequeños de estatura para poder colarse por lugares estrechos o parapetarse tras la borda del barco.
En inglés, a los chicos de la pólvora, también se les llamaba Powder Monkey (literalmente: Mono de la pólvora), término que empezó a utilizarse en el siglo XVII y que actualmente continúa usándose en algunos oficios.
[2] Hoy en día powder monkey se llama a los técnicos especialmente habilidosos o a los ingenieros que trabajan en explosivos.
También, en la industria de la minería o de demoliciones, a los barreneros se les conoce como powder monkey.