Dado que en Israel las estaciones calurosas son las estaciones secas, a partir de Pésaj y hasta Sucot se acostumbra orar por el rocío, y no por la lluvia (oraciones que se reservan para el invierno).
La Hagadá es un relato ritual estandarizado de la historia del Éxodo, en cumplimiento del mandamiento "Y dirás a tu hijo en aquel día, diciendo: Es por lo que el Señor hizo por mí cuando salí de Egipto.
"[4] La ofrenda del omer se ofrecía en Jerusalén el segundo día de la fiesta.
La Cuenta del Omer se sigue practicando, durante siete semanas hasta el día 50, que es la festividad de Shavuot.
[6] Los idiomas cognados producen términos similares con significados distintos, como "ablandar, calmar, aplacar" (acadia passahu), "cosecha, conmemoración, golpe" (egipcia), o "separar" (árabe fsh).
Cuatro días antes del Éxodo, a los hebreos se les ordenó apartar un cordero,[8] e inspeccionarlo diariamente en busca de manchas.
[12] Si la cebada no estuviera madura, u ocurriesen otros fenómenos[13] era indicación de que la primavera no era inminente, y se declaraba un año bisiesto, intercalando un mes extra, el mes de Adar II.
La tradición indica que el día extra se respeta en la Diáspora a fin de subsanar posibles errores de cálculo y diferencias con el calendario oficial que se decretaba en Jerusalén.
Y similarmente a como ocurre con otras fiestas judías, su celebración difiere entre las tradiciones askenazí y sefardí, en la que cada cual cuenta con su propia versión de haggadah (hebreo: סידור, el libro de oraciones).
El libro Vayikra menciona que los israelitas no debían hacer trabajo en este día.