Calendario hebreo

El calendario hebreo o calendario judío es un calendario lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo solar (traslación de la Tierra alrededor del Sol, año) como en el ciclo lunar, traslación de la Luna alrededor de la Tierra (mes).

Este calendario se basa en un complejo algoritmo, que permite predecir las fechas aproximadas de la luna nueva, así como las distintas estaciones del año, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, prescindiendo desde aquel momento de las observaciones empíricas de que se valieron hasta entonces.

Define los distintos términos periódicos, tiempos y fechas clave del mundo judío.

La versión actual del calendario hebreo, por la que se rigen las festividades judías, fue concluida por Hilel II hacia el año 359.

En su concepción compleja tanto solar como lunar, el calendario hebreo se asemeja al chino, sin que se sepa de influencia alguna que haya tenido el uno sobre el otro; y también al calendario utilizado por los pueblos de la península arábiga hasta la aparición del Islam, en el siglo vii, E. C. En cambio, se distingue del calendario gregoriano de amplio uso universal, basado exclusivamente en el ciclo solar anual; y también del que rige al mundo musulmán desde Mahoma hasta nuestros días, que es puramente lunar.

Al fin del mes hebreo, la luna está completamente a oscuras y no es visible desde la Tierra.

Con el correr de los días, al ser contemplada desde la Tierra, la parte iluminada de la luna crece paulatinamente hasta llegar al plenilunio, que marca exactamente la mitad del mes.

A partir de ahí, con el discurrir de los días, vuelve la luna a menguar, hasta desaparecer por completo, culminando también del mismo modo el mes del calendario hebreo.

Los nombres babilónicos que han llegado hasta nuestros días, aparecen por primera vez en el Libro de Ester y en los de Esdras y Nehemías, y fueron adoptados asimismo por otros idiomas, como el turco moderno (Nisan = abril; Temmuz = julio; Eylül = septiembre; Şubat = febrero).

Los días de la semana hebrea se basan en los seis días de la Creación, según relata el primer capítulo del libro del Génesis, siendo su nombre el mismo que les adjudica la Biblia, que son simplemente los nombres de los números ordinales en hebreo, del primero al sexto —denominación que se conserva en el idioma portugués, salvo el sábado y el domingo; pero que se ha perdido en la mayoría de las lenguas occidentales, que adoptaron nombres de deidades paganas para los días de la semana— y en el séptimo día, en el que Dios descansó de su labor (Génesis): el Shabat, del hebreo שבת, shabat, descanso; nombre que fue adoptado por una buena parte de las lenguas (castellano sábado, francés samedi, italiano sabato, portugués sábado, catalán dissabte, alemán Samstag, polaco sobota, griego sávvato, árabe asSabt, indonesio sabtu, rumano sâmbătă).

Actualmente en algunos países como el Reino Unido y también en los calendarios cristianos se suele tener el domingo como el primer día de la semana, siguiendo esta tradición hebrea, aún dando importancia a este primer día, en especial en los calendarios litúrgicos al conmemorar la Resurrección de Jesús de Nazaret.

Según la Torá, el mes de Nisán siempre debe comenzar en la primavera (en Israel - hemisferio norte) y, según la tradición talmúdica, Rosh Hashaná no puede comenzar en domingo, miércoles o viernes, Yom Kipur no puede caer en viernes o domingo y Purim no puede ocurrir en lunes o sábado.

Un año trópico, o circunvolución de la Tierra en torno al sol, conlleva en sí 12,368 ciclos lunares, o vueltas que efectúa la luna alrededor de nuestro planeta.

Esto implica que 19 años trópicos equivalen a 234,992 ciclos de la luna, un número prácticamente entero.

Para determinar si un año judío es bisiesto, debe buscarse su posición en el ciclo metónico.

Además, redondeando el resultado de (7 x el número del año judío + 1) / 19 / 13 al número entero más cercano, se obtiene un 0 para los años bisiestos y 1 para los años comunes.

Una manera sencilla para realizar este cálculo es la siguiente:[20]​ El molad se expresa en días, horas y partes.

Arte judío . Marianos y Janina, Mosaico bizantino de la Sinagoga Beit Alfa , siglo VI . La composición incorpora los doce motivos zodíacos por ser coincidentes con los doce meses del calendario hebreo. [ 1 ] ​ La presencia del motivo central del sol tiene aquí una justificación de orden astronómico (y no religioso). [ 2 ] ​ Las cuatro figuras de las esquinas representan los cuatro hitos del año, [ 3 ] ​ solsticios y equinocios, nombrados en hebreo según el mes en que cada uno de ellos ocurre: Tishréi , Tevet , Nisán y Tamuz . Kibutz Beit Alfa, Israel .
Calendario de la comunidad judeo-alemana para el año hebreo 5591, con "todas las festividades, ayunos y plegarias, así como las ferias de los estados de Brandeburgo y Silesia " - Berlín, 5591 (1831).
Judíos rezando en la sinagoga en Yom Kipur (1878), cuadro del pintor judío polaco Maurycy Gottlieb (1856-1879).
Cumpliendo con el precepto de sacudir las ramas de aravá en la festividad de Sucot