Le correspondió la manzana comprendida por las actuales calles Piedras, Tacuarí, Moreno y Belgrano, como solar en el ejido.
Además del solar dentro del ejido urbano le correspondió también una suerte de estancia en el «Pago de la Magdalena», llamados primeramente valle de Santa Ana, al sur del Riachuelo de los Navíos, o río Matanzas, entre la suerte que correspondió a Alonso Gómez del Mármol, al norte, y la que correspondió al catalán Antón Roberto, al sur.
Su vecino Antón Roberto formó la estancia "del Corbatón", la que constituyó un núcleo de población en la zona, pero en julio de 1602, quizás en ocasión de trasladarse a Corrientes, donde un Roberto, quizás su hijo, figura como primer poblador, vende esta suerte de estancia a su lindero, Izarra, quien la anexó a la suya aumentando así su producción.
Fue cabildante, elegido como alcalde de primer voto 1590 y como regidor en 1601.
Pedro Izarra se había unido dos veces en matrimonio en la ciudad de Buenos Aires: