[3] Permaneció como diputado en el Congreso ordinario que sucedió a la Constituyente, hasta 1924.
[1] En 1925 fue elegido senador por Arequipa y se mantuvo en ese mandato hasta 1930, cuando ocurrió la caída de Leguía.
[13] Durante su periodo como ministro de Gobierno y Policía se inauguró la Escuela de Guardia Civil, Seguridad y Policía, así como el Sifilicomio, establecimiento destinado a combatir las enfermedades venéreas (1922).
Rada y Gamio no intervino en las negociaciones, que se realizaron de manera directa entre el presidente Leguía y el embajador chileno Emiliano Figueroa Larraín, limitándose solo a poner su firma en el acuerdo final por ser el canciller.
[14] Cuando se produjo la reincorporación de Tacna al Perú, encabezó la delegación que marchó a la ciudad heroica para presidir la solemne ceremonia.
[15] El historiador Jorge Basadre lo describe como una de las más pintorescas personalidades del leguiísmo.
[16] También se hizo notar por los discursos excesivamente laudatorios que dedicó al presidente Leguía, a quien en cierta ocasión le regaló, a nombre de todo el gabinete ministerial, un retrato suyo al óleo, explicándole así el motivo de tan singular dádiva: «No hemos encontrado nada digno de ofreceros: sólo vuestra propia efigie».
Como también fue el caso de Alberto Salomón, Julio Ego-Aguirre Dongo, Alejandrino Maguiña, Lauro Curletti, entre otros ministros del leguiísmo.