Alberto Salomón Osorio
Mientras cursaba sus estudios universitarios desarrolló con pasión su afición literaria: comenzó publicando poesías en la revista Letras de Tacna (1896) y en el quincenario La Neblina, dirigido por José Santos Chocano (1896-1897).El Congreso no fue disuelto pero sus sesiones se frustraron en tres ocasiones por falta de quórum.Sin embargo, más escandalosa sería la gestión de Salomón en torno al litigio limítrofe con Colombia.Por entonces el presidente Leguía se hallaba obsesionado en resolver los diferendos limítrofes que el Perú enfrentaba con sus vecinos, no rehuyendo incluso en ir contra los intereses de su nación para lograr sus objetivos.En ese trataron se fijaron los límites entre el Perú y Colombia, siendo duramente criticado en el Perú, pues cedía territorios históricamente peruanos a Colombia, no habiendo nada que justificara tal generosidad hacia esa nación.Colombia había aspirado siempre el territorio al sur del río Caquetá hasta el río Putumayo, lo que le fue concedido (unos 113.000 km²), pero en vez de continuar la línea del Putumayo hasta su ingreso al Brasil, se hizo un quiebre en la confluencia con el río Yaguas y se trazó una línea recta hacia el sur, hasta la confluencia del río Atacuari con el Amazonas, y desde allí por el thalweg del Amazonas hasta el límite entre el Perú y el Brasil, en la zona de la peruanísima población de Leticia, territorio denominado el Trapecio amazónico o trapecio de Leticia (7.272 km²) y que pasó así alegremente a poder de Colombia, con lo cual esta nación lograba el acceso al Amazonas, derecho que hasta entonces solo lo ejercían el Perú y Brasil.Todos estos inconvenientes momentáneos hicieron que el tratado sufriera prórrogas en su aprobación, pero Leguía tenía la ventaja de contar con una representación parlamentaria sumisa.Para entonces ya Salomón había sido separado definitivamente del mando de la cancillería y poco antes, de 1925 a 1927, se había desempeñado como asesor jurídico de la delegación peruana que cuidó en Arica los preparativos para la realización del plebiscito, que no se realizó.Luego pasó a ser asesor jurídico de la embajada en Washington, durante las negociaciones motivadas por el frustrado plebiscito.Tras la caída de Leguía y la ascensión del teniente coronel Luis Sánchez Cerro en 1930, pasó al destierro.Años después regresó al Perú y se consagró a la vida privada.