Defendió con energía los intereses del Perú en una época signada por conflictos limítrofes con todos los países vecinos.
Durante su tercer período como canciller (primer gobierno de Leguía) resolvió los conflictos limítrofes con Bolivia y Brasil; luego, al principio del segundo gobierno de Leguía (llamado después el Oncenio), encaró los pendientes con Colombia y Chile, siempre resguardando con tesón los intereses del Perú, pero tras su salida intempestiva de la cancillería sus sucesores firmaron los controvertidos tratados definitivos con ambos países, en 1922 y 1929, respectivamente.
[1] En 1885 pasó a formar parte de la redacción del diario El Comercio, cuya jefatura ejerció en 1895.
[4] En 1902 fue acreditado como ministro plenipotenciario en Ecuador, donde hizo gestiones para someter el diferendo limítrofe con dicho país al arbitraje del rey de España.
Inició una amplia campaña reclamando la Cuestión de Tacna y Arica, ocupadas ilegalmente por Chile, pues ya había vencido el plazo para la realización del plebiscito que debería decidir su destino final, según lo contemplado en el Tratado de Ancón.
Este fue un período especial en el cual el Perú tuvo conflictos limítrofes con todos los países vecinos, pero Melitón pudo superar las amenazas de conflictos armados con Ecuador y Colombia, así como concluir los litigios limítrofes con Brasil y Bolivia, y defender la jurisdicción de las autoridades eclesiásticas peruanas sobre las provincias ocupadas por Chile.
Melitón procedió así pues consideró que tal gesto no correspondía a los sentimientos del gobierno chileno, que en esos momentos aplicaba una política de chilenización en las provincias peruanas de Tacna y Arica.
A finales de 1910 la milicia boliviana atacó un puesto fronterizo en la zona del Río Manuripi.
Según los diarios El Comercio y La Prensa, el ministro exclamó en esta nueva sesión que quería ver si los diputados se atrevían a censurarle.