Pacto de Támara

En junio Alfonso el Batallador, rey de Pamplona y Aragón, le salió al paso encontrándose en el valle de Támara.

Devolviendo los terrenos conseguidos en ambas ocasiones por el reino de Castilla y León y regresando a las fronteras del testamento de Sancho el Mayor.

En él se reconocía la soberanía de Alfonso I el Batallador sobre Vizcaya, Álava, Guipúzcoa, Belorado, La Bureba, Soria, San Esteban de Gormaz y La Rioja.

Además Alfonso I el Batallador renunciaba al título de emperador y cedía algunas plazas fronterizas.

Quedarían en manos del aragonés Belorado y Nájera con la Sierra de la Demanda como frontera natural entre los dos reinos en esta zona.

Retrato imaginario del rey Alfonso I de Aragón llamado el Batallador († 1134), que fue hijo del rey Sancho Ramírez y de la reina Felicia de Roucy.