Según las fuentes militares e industriales que contactaron con la revista Aviation Week and Space Technology, los israelíes utilizaron durante la operación un sistema tecnológico similar al Suter, desarrollado por los Estados Unidos.
Este sistema permitió manipular directamente la señal recibida por los radares enemigos, mostrando en sus sensores objetivos falsos.
[5] Un barco norcoreano había atracado en Siria unos días antes,[11] y tras el ataque Corea del Norte condenó públicamente la incursión; un hecho insólito, dado que el gobierno norcoreano normalmente no se hace eco de los eventos internacionales.
[14] El vicepresidente sirio Faruq Al Shara anunció el 30 de septiembre que el objetivo destruido por la Fuerza Aérea Israelí era el ACSAD (acrónimo en inglés de Arab Center for the Studies of Arid zones and Dry lands; traducido: Centro Árabe de Estudios para Zonas Áridas y Tierras Secas), pero el propio centro negó inmediatamente este hecho.
[15] Al día siguiente, el presidente sirio, Bashar al-Assad, describió el objetivo bombardeado como un «complejo militar vacío e inacabado que todavía estaba en construcción».
[16] El 28 de septiembre, el diario kuwaití Al Jareeda anunció que el general iraní Ali Reza Asgari, quien había desaparecido en febrero, fue la fuente del ataque aéreo.
[21] A los medios de comunicación israelíes se les prohibió realizar su propia investigación sobre el ataque aéreo.
[23] Al secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert Gates, se le preguntó si Corea del Norte estaba colaborando con Siria en su rearme nuclear, pero respondió únicamente que «nosotros estamos observando a los norcoreanos con mucha cautela.
Sin embargo, los mandos militares todavía siguen censurando los detalles sobre el ataque aéreo y el objetivo.