Operación Invierno Caliente

Esta empresa se realizó aprovechando la discordancia en los territorios palestinos entre los extremistas de Hamás (que gobiernan Gaza) y los moderados del Fatah (que cuentan con el poder en Cisjordania y el apoyo estadounidense[1]​); sin embargo las operaciones militares en Gaza provocaron que Fatah suspendiese el potencial proceso de paz con Israel proyectado en la Conferencia de Annapolis de 2007, que luego retomó.

La operación, según la Defensa israelí, pretende causar el máximo daño posible a la infraestructura terrorista en la Franja de Gaza (uno de los objetivos durante los ataques fue la oficina del primer ministro palestino y líder de Hamás Ismail Haniya).

En la operación de tierra participaron también las tropas de la Brigada Guivati, Fuerzas de Ingeniería Militar y el Cuerpo Armado (tanques) apoyados por la Fuerza Aérea Israelí para realizar ataques aéreos y apoyo táctico al contingente terrestre.

Sin embargo Israel declaró que la mayoría de los muertos fueron militantes terroristas.

El ministro de defensa israelí, Matan Vilnai, declaró que los palestinos se arriesgaban a un «holocausto» si continuaban con sus ataques, utilizando la palabra hebrea shoah (literalmente desastre) en referencia al nombre en hebreo que recibe el genocidio judío.