Ollantay

Se supuso, en un primer momento, que Antonio Valdéz, cura de Sicuani, fuera el autor del Ollantay.

[1]​ Así lo creyó en el siglo XIX el historiador inglés Clements R. Markham, a quien siguieron luego muchos otros, como el doctor Raúl Porras Barrenechea.

[2]​[3]​ Sin embargo, esta teoría obtuvo serias dificultades para mantenerse por no contar con registros documentales que avalaran tal autoría; tampoco se concilia con el hecho de que Valdés no dejara otras piezas literarias o históricas de su creación.

Asimismo, en algún momento se creyó que Juan Espinoza Medrano, el Lunarejo, célebre escritor mestizo del siglo XVII, fuera su autor.

Aun cuando no hay alusión a fechas o años, sí se tiene en cuenta las participaciones de los reyes incas, Pachacútec y su hijo Túpac Yupanqui.

No obstante, Ollantay, enceguecido por el amor, se une a Cusi Coyllur, secreto que comparte la reina madre Ccoya o Anahuarqui.

Diez años después el Inca Pachacútec muere sin haber conseguido su deseo de derrotar a Ollantay; le sucede su hijo Túpac Yupanqui (El estimado por la realeza).

Finalmente el Inca reconoce en ella a su hermana (lo que es una bonita anagnórisis) de cuyos labios oye su penosa historia.

Entonces Túpac Yupanqui, magnánimo, la libera y allí mismo la desposa con Ollantay, terminando así, con final feliz, el drama inca.

Se han hecho numerosas publicaciones en varios idiomas, tales como el francés, el alemán, el inglés, el ruso y el castellano.

La representación más lejana que se recuerda es la realizada durante la revolución de Túpac Amaru II, en Tinta, hacia 1780.

También, Alberto Ginastera, compuso su poema sinfónico Ollantay opus 17, dedicado al director Erich Kleiber, quien lo estrenó con la orquesta del Teatro Colón en el año 1949.

Drama Ollanta , edición de Ernst Middendorf , 1890, penúltima página
Drama Ollanta , edición de Ernst Middendorf , 1890, final