Su constitución daba grandes poderes al nuevo Canciller (Bismarck), quien fue designado por la Presidencia del Bundesrat (Prusia).
Esto fue así porque el canciller era inmune ante el Reichstag, lo que le permitió ser el único nexo entre el presidente y el pueblo.
En esta constitución se declaraba Presidente al Rey de Prusia y a Bismarck como Canciller.
Tras la derrota francesa en la guerra franco-prusiana en 1871, Baviera, Wurtemberg, Baden y el Gran Ducado de Hesse (que originalmente no eran miembros de la Confederación) se agruparon con la Confederación para formar el Imperio alemán, con Guillermo I como Káiser o Emperador Alemán.
Todas las estampillas tenían la inscripción «Norddeutscher Postbezirk» (en español, «Distrito postal de Alemania del Norte»).