No cognitivismo

El emotivismo, asociado con A. J. Ayer, el Círculo de Viena y C. L. Stevenson, sugiere que las sentencias éticas son principalmente expresiones emocionales de las propias actitudes y pretenden influir en las acciones del oyente.

[cita requerida] Un primo cercano del emotivismo, desarrollado por R. M. Hare, se denomina prescriptivismo universal.

Según el prescriptivismo, frases como «no matarás» o «no robarás» son las expresiones más claras de la moralidad, mientras que reformulaciones como «matar está mal» tienden a oscurecer el significado de las frases morales.

Los argumentos a favor del prescriptivismo se centran en la función de los enunciados normativos.

Sin embargo, si se pronuncia la norma «no matarás!»¡, y esta premisa es negada (por el hecho de que una persona es asesinada), el hablante no debe cambiar su frase al observar esto por «¡mata a otras personas!», sino que debe reiterar la indignación moral del acto de matar.

Muchos enunciados morales se pronuncian de facto como recomendaciones u órdenes, por ejemplo, cuando los padres o los profesores prohíben a los niños realizar acciones incorrectas.

El prescriptivismo puede encajar en la idea teísta de la moral como obediencia a Dios.

Según Hare, los prescriptivistas no pueden argumentar que los amoralistas son lógicamente erróneos o contradictorios.

Los argumentos a favor del emotivismo se centran en lo que expresan las afirmaciones normativas cuando las pronuncia un hablante.

Los emotivistas se preguntan si realmente hay pruebas de que matar está mal.

Un argumento contra el no cognitivismo es que ignora las causas externas de las reacciones emocionales y prescriptivas.

Podrían traducirse literalmente como: Estas traducciones, sin embargo, parecen divorciadas de la forma en que la gente utiliza realmente el lenguaje.

Se podría interpretar de forma más constructiva que estas afirmaciones describen la afirmación emocional subyacente que expresan, es decir: desapruebo/no desapruebo comer carne, yo solía hacerlo, él no, yo sí y ella no, etc.; sin embargo, esta interpretación está más cerca del subjetivismo ético que del no cognitivismo propiamente dicho.

Sin embargo, si los enunciados éticos no representan cogniciones, parece extraño utilizarlos como premisas en un argumento, y aún más extraño suponer que siguen las mismas reglas del silogismo que las proposiciones verdaderas.