En algunos países, como Alemania, Francia, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Suiza, la limonada es una bebida refrescante no alcohólica, compuesta principalmente de agua carbonatada, edulcorada, aromatizada a limón y frecuentemente incolora, como las gaseosas Sprite o 7 Up.
Esta bebida aparentemente bastante popular era vendida por numerosos vendedores ambulantes en los mercados del país.
Entre los siglos XII y XIV se consumía en Egipto una bebida elaborada con limones, dátiles y miel, incluyendo una bebida de zumo de limón con azúcar, conocida como qatarmizat.
[5] En 1654 François Pierre de La Varenne escribe la siguiente receta en Le Cuisinier françois:[6] Mientras que el agua carbonatada fue inventada por Joseph Priestley en 1767, la primera referencia encontrada a la limonada carbonatada fue en 1833, cuando esta bebida se vendía en los puestos de refrescos británicos.
Lo cierto es que no hay medidas absolutas y las proporciones quedan en manos de los cocineros o comensales.
Para mantener el carácter de la limonada al añadirle alguna bebida alcohólica, es preferible mezclarla con vodka o ginebra (si bien esta última le da un aspecto más perfumado).
Según la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association), el consumo excesivo de bebidas azucaradas, como limonadas o zumos de frutas, puede estar relacionado con hasta 180.000 muertes al año en todo el mundo.
Estos componentes pueden ayudar a reponer las reservas de glucógeno y mantener la hidratación.
[17] Sin embargo, para que sea verdaderamente beneficiosa, la limonada para los atletas podría ser más efectiva si se prepara con un equilibrio adecuado de agua, limón y una cantidad controlada de azúcar o miel.