Puesto de limonada

A veces, estos puestos también pueden vender algún otro refresco, como té helado.

[1]​ El puesto en sí también lo suelen montar los niños con sus propias manos y con materiales improvisados (por ejemplo, mesas plegables, tableros de contrachapado o cajas de cartón).

[4]​ Formalmente, estos puestos de limonada son una forma de actividad empresarial ilegal, ya que infringen varias leyes a la vez: los niños vendedores carecen de licencia para este «negocio», no pagan impuestos y pueden no cumplir las normas sanitarias al producir la limonada.

[5]​ En la práctica, sin embargo, estos negocios son tolerados por las autoridades y solo en muy raras ocasiones la policía interviene para cerrarlos, ya que en Norteamérica estos puestos se consideran una especie de «escuela de supervivencia» para los futuros empresarios, que les permite adquirir las habilidades necesarias para administrar sus propios negocios cuando aún están en la infancia.

[1]​ Por un lado, los puestos de limonada suelen verse como una forma de que los niños se familiaricen con el mundo empresarial y con conceptos como el beneficio económico, la libertad económica y el trabajo en equipo.

Un puesto de limonada en Georgia que también vende calabazas y pepinos (julio de 1975).
Un puesto de limonada en Nueva Orleans.