Químicamente el PET es un polímero que se obtiene mediante una reacción de policondensación entre el ácido tereftálico y el etilenglicol.
Fue producido por primera vez en 1941 por los científicos británicos Whinfield y Dickson, quienes lo patentaron como polímero para la fabricación de fibras.
Pero la aplicación que le significó su principal mercado fue en envases rígidos, a partir de 1976.
Pudo abrirse camino gracias a su particular aptitud para la fabricación de botellas para bebidas poco sensibles al oxígeno como por ejemplo el agua mineral y los refrescos carbonatados.
[4] El PET sí puede ser degradado mediante un proceso químico por el cual se modifica su estructura molecular para reutilizar el material para un nuevo producto u obtención de combustibles.
[6] Mediante este proceso se obtienen estireno y otros hidrocarburos aromáticos con tiempos de reacción muy cortos, gracias a las buenas transferencias de masa y calor que se consiguen.
La gran desventaja de esta opción de degradación se encuentra en los costes del proceso y en que los productos obtenidos son básicamente los mismos que en craqueo térmico y catalítico.
Consiste en una serie de etapas a las que el material es sometido para su limpieza y procesamiento, sin involucrar un cambio químico en su estructura.
Al considerar este tipo de reciclado de PET es importante conocer el origen del residuo (residuo de proceso industrial o residuo postconsumo), además es importante considerar la aplicación a la cual será destinada (fibra, lámina, botella, bidón, fleje…) y si este tendrá algún contacto con alimento.
La selección se hace de manera automática o manual, está basada en una serie de criterios: color (por ejemplo, si buscas PET transparente, eliminar colores críticos como amarillo, café, rojo y negro, solo son permitidos los azules no opacos e incoloros), materiales plásticos (eliminación de PE, PP, PVC) son seleccionados solo las botellas de refrescos y agua, también son eliminados los materiales metálicos.
Mediante este proceso se eliminaran los contaminantes que pueden quedar absorbidos en la superficie del plástico.
Las impurezas insolubles e infundibles que todavía puedan permanecer en el material se quedaran en el filtro para ser eliminadas.
“La resistencia química del PET ante la acción de agentes externos promedio, hacen que su durabilidad supere en gran medida la vida útil de la vivienda que se construya sobre ellos.” [14] Este destino para el plástico generaría más conciencia en su reutilización y la necesidad para la industria constructora de material reciclado para reemplazar parte del común.