[1] Los materiales más utilizados son PAI, PP, PSI, PET, ABS, PEAD, PVC.
[1] Una restricción característica de este proceso es que la pieza a termoformar debe ser fácilmente "desmoldable" esto significa que la matriz debe ser más ancha en la base y más angosta en la parte superior.
Se elimina el aire mediante vacío (10 KPa), que empuja la lámina contra las paredes y contornos del molde.
Es similar al proceso anterior con la diferencia de que una vez colocada la lámina en la estructura y calentada, se estira mecánicamente sobre un molde macho y se aplica el vacío mediante diferencia de presión, lo que empuja al plástico sobre las superficies del molde.
Es el proceso más utilizado para termoconformar geometrías muy profundas, ya que la burbuja de presión y el núcleo de ayuda hace posible controlar el grosor del objeto formado, que puede ser uniforme o variable.
El proceso consiste en fijar la lámina y calentarla de forma que a continuación se crea una burbuja mediante presión controlada del aire, que estira el material hasta una altura predeterminada y controlada normalmente por una célula fotoeléctrica.
Proceso utilizado para evitar el adelgazamiento de las aristas y esquinas en productos con forma de vaso o caja, ya que permite extender y estirar mecánicamente el material plástico hasta la cavidad del molde.
El proceso permite orientar las moléculas de material mejorando la firmeza, tenaceada y la resistencia al agrietamiento.
Similar al conformado en relieve pero con la creación previa de una burbuja por estirado del material.
Es un proceso en el que no se utilizan presión de aire ni vacío para conformar la pieza.
Los materiales utilizados son siempre termoplásticos con bajo calor específico, es decir, de rápido enfriamento y calentamiento, y que además cuenten con buena transmisión de calor (alta conductividad térmica).
En el caso de los orificios, siempre son preferibles y más eficaces las ranuras que los agujeros para permitir que se elimine el aire del interior del molde, y se deben fabricar con un diámetro inferior a 0,65 mm para evitar defectos en la superficie de la pieza acabada.
Normalmente se sitúan en las zonas bajas o que no están conectadas al molde.