Este museo tiene como misión dar a conocer la historia constitucional de México y promover su estudio.
[4] Antes de 1821 el templo permaneció cerrado, cuando fue reabierto sufrió un gran cambio al ser la sede del Congreso.
Gracias a José Vasconcelos el lugar fue restaurado y se mostraban pinturas murales mexicanas.
Finalmente en 1929 el recinto se convirtió en patrimonio universitario pero no fue sino hasta inicios de 1940 en que se comenzó la remodelación del lugar a cargo de Jorge Medellín y Alfonso Pallares.
La suerte del antiguo Colegio Máximo no fue igual, pues la mitad del mismo fue demolido para abrir la calle de la República de Venezuela y construir el Mercado Abelardo L. Rodríguez.