Muerte fetal

Un término que rara vez se usa para describirlos es "síndrome de muerte súbita prenatal", o SADS, una frase acuñada en 2000.

Muchos trastornos asociados con la muerte fetal intrauterina son potencialmente modificables y a menudo coexisten, como las infecciones maternas (fracción atribuible de la población: paludismo 8,0 % y sífilis 7,7 %).

[8]​ En una gran mayoría de casos las causas permanecen desconocidas, incluso aunque se practiquen múltiples pruebas a la madre y autopsia al mortinato.

Se han identificado como posibles causas las siguientes: Una muerte fetal intraútero no suele representar riesgo inmediato para la mujer, por lo que, dado que el parto suele comenzar espontáneamente en dos semanas, la mujer puede elegir esperar, salvo que encuentre traumatizante la idea de llevar un feto muerto, en cuyo caso, puede elegir la inducción del parto.

La mayoría de las mujeres que pierden a su hijo en sus embarazos se sienten incomprendidas ante la trivialización con la que personas de su entorno social hacen referencia hacia lo sucedido, en frases como "ya tendrás otro".