Por ejemplo, si la trombosis es debida a la inmovilización tras una intervención quirúrgica reciente, es improbable que se encuentre otra causa subyacente.
[1] La mayoría de las personas que tienen una trombofilia no presentan síntomas.
No obstante, algunas desarrollan un coágulo de sangre, o trombosis.
Este trastorno, llamado trombosis venosa profunda, suele diagnosticarse mediante métodos de diagnóstico por imágenes que emplean ultrasonidos.
Muchos laboratorios continúan fabricando nuevos test, dependiendo de las normas y políticas locales.