Es un sistema estandarizado para cuantificar la progresión del embarazo y comienza aproximadamente dos semanas antes de la fertilización.
De por sí, no constituye el comienzo del embarazo, un punto que se mantiene controvertido, por lo que se han diseñado sistemas alternos de conteos para dar con el comienzo del embarazo.
Se considera un embarazo a término al cabo de 37-42 semanas, a partir del primer día del último período menstrual hasta la fecha estimada de parto,[2] con un rango normal entre 37 y 40 semanas.
Otros términos relacionados con la edad gestacional incluyen los asociados al peso del recién nacido: Los eventos del desarrollo prenatal por lo general ocurren en momentos específicos de la edad gestacional.
Por ejemplo, el tiempo de exposición a una toxina durante la gestación puede predecir con relativa exactitud las potenciales consecuencias dañinas al feto.