El óvulo libre, es el gameto femenino y podrá alcanzar la fecundación hasta las 12 o 48 horas siguientes a su liberación.
A nivel del eje hipotálamo-hipófisis-ovario, la GnRH liberada en el hipotálamo desde el núcleo arcuato, actúa sobre la adenohipófisis mediante pulsos lentos, induciendo la síntesis de FSH o mediante pulsos rápidos activando la secreción de LH.
Sin embargo es normal que el día en que se produce la ovulación se aparte del promedio, siendo comunes ovulaciones entre el décimo y el décimo noveno días del ciclo menstrual.
Los ovocitos que pueden llegar a madurar y convertirse en óvulos durante la vida reproductiva de una mujer, se calculan entre 400-450 en condiciones fisiológicas, (sin estimulación hormonal externa y sin bloqueo de ovulación).
Es en esta etapa como será ovulado, y la meiosis II solo finalizará en caso de darse la fecundación.
Durante todo este proceso, el ovocito está recubierto por células, lo que en conjunto forma el folículo ovárico.
El ovocito debe estar rodeado por las células de la capa granulosa para alcanzar una ovulación exitosa, estas forman la corona radiata y el cumulus Oophorus.
Esta red va a permanecer con el ovocito tras la ovulación y se ha demostrado que es necesaria para la fecundación.
Este aumento de tamaño lleva al folículo antral a convertirse en folículo preovulatorio o de Graaf, el cual forma una pronunciada protuberancia o bulto en la superficie del ovario.
[11] En el año 2000 un estudio colaborativo multicéntrico esta vez en mujeres fértiles de 19 a 42 años, investigó la alternancia del ovario derecho al izquierdo en ciclos sucesivos y encontró que era aleatoria.
[14] Una vez liberado el ovocito al espacio peritoneal, se forma el cuerpo lúteo dentro de ese folículo.
[17] Durante la fase de ovulación debido a la variación genética humana las mujeres no tendrán todas el mismo síntoma.
[23][24] Dado que si no existe un embarazo, en la menstruación el "nido" (endometrio) se desprende y sale del cuerpo de la mujer y en el estro, en cambio, el cuerpo reabsorbe ese revestimiento, preparándolo para un nuevo ciclo.
[25][26] Así mismo, las mujeres que menstrúan suelen ser receptivas al sexo durante todo el año.
[25][27] Sin embargo, es importante destacar que la duración y características del ciclo estral varían considerablemente entre las diferentes especies de mamíferos.