Algunas mujeres con síndrome de ovario poliquístico pueden tener dificultades para quedarse embarazadas porque su organismo no produce las hormonas necesarias para ovular con regularidad.
[15][16] La reserva ovárica es un fenómeno clínico complejo influenciado por diversos factores tales como la edad, la genética o el ambiente.
A día de hoy, los más utilizados en la práctica clínica son FSH, AFC y AMH.
Esta obstrucción puede estar causada por: Para valorar el factor tubárico se utilizan técnicas como la histerosalpingografía, la histerosonosalpingografía, laparoscopia… Estas técnicas permiten evaluar la permeabilidad de las trompas y determinar si hay obstrucciones.
El factor uterino es otra de las causas de la infertilidad femenina, y puede ser evaluada mediante diversas técnicas que permitan identificar posibles problemas que pudieran estar contribuyendo a la dificultad para concebir.
Algunas de las alteraciones uterinas pueden ser: Las técnicas que son utilizadas para su evaluación son: El factor cervical hace referencia a las alteraciones que afectan al funcionamiento del cuello uterino o cérvix.
El cuello uterino es la parte inferior del útero, que lo conecta con la vagina, y desempeña un papel esencial permitiendo el paso de la sangre durante la menstruación, la entrada de los espermatozoides al útero en su camino hacia la fecundación del óvulo, y la salida del bebé durante el parto vaginal.
Para ello, es necesario realizar una biopsia endometrial, a partir de la cual se realizan 3 pruebas diferentes: La endometriosis es una enfermedad en la que, en la parte exterior del útero, crece un tejido similar a la mucosa interior del útero que puede causar un dolor intenso en la pelvis y dificultar que se consiga un embarazo.
Al formarse en la parte externa del útero un tejido similar a la mucosa interior, se provoca una inflamación y la aparición de tejido cicatricial en la pelvis y, raramente, en otras partes del cuerpo.
Lo habitual es no operar para evitar el daño al tejido ovárico, aunque en casos más extremos puede extirparse mediante quistectomía.
Una ecografía transvaginal puede ayudar a visualizar los quistes o nódulos en el ovario; sin embargo, para un diagnóstico certero, es necesario una laparoscopia.
No todas las mujeres con endometriosis sufren infertilidad; no obstante, la endometriosis provoca problemas para concebir en un 40% de los casos y confiere un mayor riesgo de embarazo ectópico y aborto involuntario.
Además a la mujer se le analizan mutaciones responsables de enfermedades recesivas ligadas al cromosoma X, como el síndrome del X frágil, especialmente en casos de fallo ovárico prematuro.
Las prácticas médicas reproductivas de la endocrinología y de la infertilidad se centran sobre todo en la ayuda a sus pacientes a concebir y corregir cualquier problema relacionado con la pérdida recurrente del embarazo.