Estas reliquias se encuentran hoy en la Iglesia de São Sebastião dos Capuchinhos, en Tijuca.
El acceso al morro inicialmente se hacía por la Ladeira da Misericórdia, primeira vía pública de la ciudad.
[2] La leyenda del Morro do Castelo se refiere a un fabuloso tesoro escondido en galerías secretas en sus entrañas por los Jesuitas durante la época colonial.
Los investigadores creen ahora que los túneles existieron realmente aunque sin ninguna relación con el supuesto tesoro.
Estas dos últimas estarían conectadas por otro túnel, lo que haría un total de cinco rutas.
Sin embargo, el reportero de 1911 no pudo encontrar ningún rastro del preciado oro.