Monacato

En varias religiones se encuentran formas de vida monásticas, aunque sus características varían enormemente, entre ellas: hinduismo, budismo, Jainismo, taoísmo, sintoísmo, cristianismo, etc.[1]​ Al miembro de una comunidad que lleva una vida monástica se lo denomina monje o monja.

[2]​ Entre todas esta formas de vida monacal, sin perder la esencia que corresponde a cada religión, es fácil encontrar ciertos paralelismos o semejanzas.

[1]​ El ascetismo, que es la forma más elaborada y organizada del monacato, tiene un significado antropológico profundo.

No solo en relación con el encuentro del hombre con la divinidad, sino además, en razón de la organización concreta que se presenta sea individualmente (eremitismo) o en grupo (cenobitismo).

Este dualismo ahonda sus raíces en los conceptos de espíritu y materia, pero en un nivel más elevado, el ascetismo confronta extroversión con introversión, realidad circundante con recogimiento hacia aquello que se considera fuente y origen de la vida espiritual.

Por eso, es normal que haya dado lugar a una tipología social con numerosos paralelismos en todas las religiones del mundo.

En el siglo V a. C., mucho antes del nacimiento del budismo y el jainismo, existían en la India un elevado número de monjes que caminaban de un lado a otro, mendigando su sustento diario y peregrinando a los santuarios famosos.

Al inicio, los monjes budistas, como aquellos hindúes, andaban de un lado a otro, peregrinando y mendicando para su sustento diario.

Se les suele llamar sadhus y sadhuís, respectivamente en la tradición de la secta svetambara.

Los monjes Digambara no visten ropas en absoluto como forma de practicar el rechazo a los apegos.

El monacato jaina, continúa siendo similar a aquel original hindú, llevan una vida mendicante y nómada.

[13]​ El monacato cristiano surge en Egipto, entre los siglos III y IV, con Pablo Ermitaño y Antonio Abad (considerados los primeros monjes cristianos), dando lugar a las primeras comunidades de "solitarios" en la Tebaida (Padres del desierto), quienes renunciaban al mundo material con el fin de seguir una vida de ascetismo y contemplación, orientada hacia lo divino.

[16]​ En la Iglesia ortodoxa también hay una gran tradición monástica, en la que todos sus monasterios siguen la regla de san Basilio.

[17]​ En rasgos generales, las religiones ya mencionadas son aquellas en las que el monacato tiene formas claras de institucionalización.

Muñecos representando monjes.
Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí en Egipto . El monasterio es el lugar donde vive el monje y normalmente se encuentra en lugares apartados que propicien la vida monástica.
Una forma de ascetismo, particularmente estricta de la religión hindú.
Un monje trapense orando. La vida de oración o meditación constituye uno de los elementos comunes a todas las formas monásticas presentes en todas las religiones.
Monje jaina de la tradición digambara .
Talla medieval con monje inspirado por un ángel al traducir un texto bíblico del hebreo al latín . [ 18 ]