Metal amorfo

Algunos científicos no consideran a los metales amorfos producidos mediante estas técnicas como vidrios.

Estos se conocen como vidrios metálicos masivos (bulk metallic glasses (BMG) por sus siglas en inglés).

[2]​ Esta y otras aleaciones formadoras de vidrio metálico primitivas tenían que ser enfriadas extremadamente rápido (en el orden del megakelvin por segundo, 106 K/s) para evitar su cristalización.

En 1988, se encontró que algunas aleaciones de lantano, aluminio y cobre podían ser altamente vítreas.

No obstante en los 90' se desarrollaron nuevas aleaciones que forman vidrios a velocidades de enfriamiento tan bajas como un kelvin por segundo.

Estas velocidades pueden lograrse sin problemas simplemente colando la aleación fundida en moldes metálicos.

Varias aleaciones amorfas se logran explotando un fenómeno llamado efecto "confusión".

Tales aleaciones contienen tantos elementos diferentes (a menudo doce o más) que, al enfriar a velocidades suficientemente altas, los átomos simplemente no pueden coordinarse en un estado cristalino estable antes de que su desplazamiento se detenga.

El grupo de Oak Ridge se refería a su producto como "acero vítreo".

Como la formación de estructuras amorfas se basa en el enfriamiento rápido, esto limita el grosor máximo alcanzable.

En particular, tienden a ser más fuertes que las aleaciones cristalinas químicamente similares, y pueden soportar una mayor deformación elástica reversible.

Los metales amorfos deben su fortaleza precisamente a su estructura no cristalina, que no presenta los defectos que limitan la resistencia de las aleaciones cristalinas (como las dislocaciones).

Esto permite que sean procesados por técnicas muy sencillas, tales como el moldeo por inyección, en formas similares a los polímeros.

Se ha demostrado que los vidrios metálicos pueden moldearse en escalas extremadamente pequeñas desde 10 nm a varios millimetros.

Muestras de metal amorfo, con escala en centímetros .