[9] Algunos historiadores, como Jorge Salvador Lara, sostienen que el enlace se llevó a cabo únicamente para facilitar la preeminencia social y política de Flores.
[12] Como cónyuge del Primer Mandatario ecuatoriano se caracterizó por ofrecer las más refinadas tertulias y bailes, tanto en el Palacio de Carondelet como en su casa, muy cercana a la Plaza Grande.
[22] Tras el destierro impuesto al General por la Revolución Marcista de 1845, Mercedes se mostró como una mujer capaz de afrontar las adversidades que le correspondió vivir, sacando adelante a sus once hijos y manteniendo una nutrida correspondencia con su cónyuge.
En 1853 Juan José Flores dirigió una invasión naval a Guayaquil, por lo que toda la familia fue nuevamente expulsada de Ecuador y se exilió en Santiago de Chile primero, y en Lima después.
Mercedes vivió en la capital peruana hasta 1861, año en que regresó para instalarse en su casa de Quito, gracias a que su esposo e hijos Reinaldo y Antonio se aliaron con Gabriel García Moreno durante la Guerra peruano-ecuatoriana.