Nació en Niza, ciudad que por entonces formaba parte del Principado de Cerdeña.
Sin embargo, su padre falleció cuando él contaba solo con diez años y su madre volvió a casarse poco después.
En 1789, al estallar la Revolución, Masséna es ya Oficial Autorizado, máximo rango militar que se permitía a los plebeyos.
Abandona el servicio activo y se gana la vida realizando actividades de contrabando desde Niza hasta que contrae matrimonio con Ana María Rosalía Lamar, natural de Antibes, ciudad a la que el joven matrimonio se trasladará.
Su habilidad en la batalla se demostrará enseguida y asciende a coronel solo un año después, en 1792.
En reconocimiento a su esfuerzo y éxito, Napoleón lo nombra comandante de las fuerzas francesas en Italia.
Un satisfecho Napoleón le encarga la conquista de Nápoles, que someterá con gran crueldad.
Sin embargo su fama de corrupto es bien conocida, por lo que Napoleón decide destituirlo nuevamente y le deja sin ningún mando directo.
Ofendido, Masséna actuó de forma similar a Napoleón: permaneció en Marsella, pero no le ofreció su ayuda.
Sin embargo, tras la batalla de Waterloo, sí se puso nuevamente al servicio de Luis XVIII presentando como mérito el no haber hecho nada por Bonaparte durante los Cien Días.
Le diagnosticaron una enfermedad incurable, posiblemente un cáncer, falleciendo en 1817 y siendo enterrado en Père Lachaise.